Los aislantes de la familia de las lanas minerales (fibra de vidrio y lana mineral) son muy utilizadas en el mercado pero pierden sus propiedades en presencia del agua, al aumentar considerablemente la conductividad térmica pero la lana de roca como ya hemos comentado en otros post, es un excelente material de aislamiento del agua ya que no absorbe ni atrae agua al interior del aislamiento.

La lana de roca como aislamiento del agua y la humedad

  1. Repelentes al agua: La lana de roca de todas las gamas estén orientadas a viviendas y su edificación como de gama más industrial, son repelentes al agua de acuerdo con las normas aplicables.
  2. Absorción vapor de agua: La absorción del agua por parte de la lana de roca es inapreciable de acuerdo a la normativa ASTM-C 1104 es de ≤ 0,02 vol%
  3. Condensación: la lana de roca, debido a su estructura fibrilar, presenta una inapreciable resistencia al paso del vapor (similar al aire), por esta razón reduce el riesgo de condensaciones en su interior.
  4. Capilaridad: No absorbe como ya hemos comentado el agua, ni atrae al agua hacia el aislamiento

Los productos de lana de roca en conclusión son muy duraderos, manteniendo su resistencia mecánica, rigidez y dimensiones a pesar de los cambios de temperatura o la humedad, es repelente al agua y posee una estructura no capilar y no favorece el desarrollo bacteriano.

Gracias a las grandes ventajas que comporta utilizar lana de roca para el aislamiento del agua, se ha convertido en uno de los materiales estrella y más utilizados de los últimos años.

En definitiva, debido a su integridad estructural longeva, el aislamiento mantiene sus características y no se deforma con el paso del tiempo. Esto no se ve afectado por los cambios de temperatura o humedad. Incluso después de 50 años conserva su grosor original y mantiene los mismos niveles de rendimiento.