Materiales de aislamiento térmico hay de dos variedades, aquellos que son vegetales y tienen un origen natural y los de plástico o sintéticos.
Por un lado, los naturales provienen de materias primas vegetales o animales y, por lo tanto, son más fáciles de reciclar y reutilizar y extraerlos no provoca un impacto medioambiental tan elevado. Por otro lado, hay los aislantes de plástico o sintéticos que su materia prima se encuentra en plásticos, poliuretanos y otros derivados del petróleo.
El aislamiento térmico es indispensable en la construcción de casas y pisos sostenibles, ya que es el único material de obra que se amortiza por el ahorro económico que proporciona.
En la factura de gas de una vivienda típica de España puede representar el 30% de su gasto anual, es decir una familia que gasta una media anual de 900 €, puede ahorrar 300 € de esta factura gracias a la aplicación de aislamiento térmico solo en sus fachadas principales (IDAE, 1999).
Además, el aislamiento térmico cuenta con la mejor relación entre el coste y el beneficio, ya que la relación entre el coste total de la obra y del aislamiento se puede amortizar entre 5 a 7 años, y como que el material aislante tiene una larga vida útil se prevé un ahorro de 8 a 9 veces más que el coste de toda la rehabilitación.
La superficie que quieras aislar tendrá mucho que decir a la hora de escoger el material para el aislamiento térmico y acústico.
Elementos para aislar una vivienda
- CORCHO: Producto natural proveniente de la corteza de una variedad de árbol. En su estado natural, la corteza no puede utilizarse debido a su forma abombada y a sus irregularidades siendo necesario transformarla. Su forma de aglomerado le confiere una elevada capacidad de aislante acústico y anti vibratorio, además es inalterable y mantiene sus propiedades indefinidamente.
- FIBRA DE MADERA: Las fibras de madera procedentes de restos de madera están aglomeradas con cemento o magnesita, posteriormente se ajuntan entre sí a presión formando una estructura estable, compacta y duradera. Los tableros de fibras de madera son combustibles y generalmente resisten mal la presencia de humedad y se pueden hinchar.
- FIBRA DE CÁÑAMO: Es una celulosa fibrosa que proviene de una planta que tiene como principal característica que es de fácil y rápido crecimiento, esta planta tarda entre 100 a 120 días en llegar a los 4 metros de altura, no permite que las malas hierbas crezcan alrededor, por lo tanto no requiere químicos para su protección en la etapa de crecimiento. Se extrae de la planta mecánicamente. Se considera la fibra textil de origen vegetal más larga, suave y resistente. Es una de las alternativas ecológicas a los aislantes térmicos-acústicos que actúa además como regulador natural de la humedad.
- CELULOSA: Este material aislante se obtienen a partir de papel de periódico reciclado. Ya que el papel periódico proviene de los árboles, estos constituyen la principal fuente de fibras naturales para más del 90% de la producción de celulosa, dándole a esta materia prima una segunda vida útil y duradera. Además, es un potente aislante acústico; equilibra temperatura, es resistente al fuego y cuenta con amortización.
- FIBRA DE LINO: El lino es una planta de cultivo fácil y de bajo impacto. Al igual que los aislantes térmicos de fibra de cáñamo, la materia prima de este producto proviene de una planta lo cual contribuye de la misma manera en el ciclo de vida del material y del edificio en el que se aplica. Es no irritante, es reciclable, con buena resistencia mecánica, y estable en el tiempo.